viernes, 8 de enero de 2010

¿Cómo puedo cambiar?

¿Cómo puedo cambiar?


Esta pregunta me la he hecho varias veces, incluso hoy, alguien por ahí me la recordó.  Es difícil realmente, muchos libros de superación personal te dicen cómo encontrar la respuesta en ti mismo y hablan sobre la fuerza de voluntad. Pero ¿Cuántas veces te ha fallado la fuerza de voluntad? Y que hay, cuando, ¿te falla la voluntad? ¿Quién te levantará? No es sólo necesario el pensamiento positivo, hace falta agregarle algo más, algo más fuerte que tu propio pensamiento y mente frágil.
En este nuevo año, es común decir, ¿Qué me gustaría cambiar de mi mismo? Bueno, yo creo que muchos tenemos una lista, o que sucede siempre algo, que comúnmente decimos, nos saca de nuestras casillas, y no tenemos dominio propio.  De todos esos sentimientos que sin querer, se escapan con toda su fuerza y se estampan y destruyen a quien menos queremos.
2 Timoteo 1:7 dice: Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Así es, buscamos la respuesta en muchos lugares, pero en este versículo podemos ver de dónde proviene nuestra fortaleza y fe. El dominio propio es un tema interesante, ¿en qué consiste? Debemos estar conscientes que un cambio no ocurre de la noche a la mañana. Siempre debemos prepararnos y aprender a que todo es cuestión de proceso.
Tal vez te pones a pedirle a Dios que te cambie, de un día para otro, y ¡no es así! Dios no hará las cosas en el momento que tu quieres y como tú lo quieres, sencillamente porque él sabe lo que es mejor para cada uno de nosotros y segundo, porque él quiere que aprendamos las cosas a través de un proceso. Eso no le quita, que si es su voluntad, hará un milagro de inmediato. Si estamos dispuestos, Dios tratará con nuestro corazón, para hacer un cambio real, con todo lo que está dentro de nuestra vida, ese cambio es tarea de Dios y de nosotros la disposición y hacer la voluntad de Dios.
Hay 4 pasos que Dios usa para cambiarnos, y lo podemos encontrar ilustrado en Génesis 32:24-30
Es la historia de Jacob, un hombre que fue transformado con un propósito específico de Dios.
-          La Crisis: Cuando hay crisis, personal, enfrentamos esta situación y casi casi, nos gustaría darle la vuelta totalmente, ¿a quién le gusta la crisis? A nadie, creo que muchos me entenderán cuando hablo de crisis, sobre todo en estos tiempos. Pero así es como Dios trabaja para hacerte cambiar, a través de una crisis, algo que te mueva realmente el tapete, algo que te haga modificar tu punto de vista y que te motive a moverte, a cambiar.  La crisis normalmente es algo que está fuera de nuestro control, de nuestras manos el poder resolverlo y, existen dos opciones: o tratas desesperadamente de darle una solución con tus propias fuerzas y fracasas, o le dejas todas tus cargas a Dios  (Mateo 11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar ) y descansarás. Dios usa los problemas y las crisis para comenzar su trabajo y para llamar nuestra atención, para poder poner nuestros ojos en él (Colosenses 3:2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra). Nos distraemos muy fácil con tanto que existe a nuestro alrededor que vamos perdiendo nuestra sensibilidad. Estas crisis ya sean provocadas por nosotros mismos, por terceros, etc, siempre nos llevaran a un cambio, pero a un verdadero cambio, un arrepentimiento, no sólo remordimiento y una vez pasada la crisis, volver al mismo comportamiento. ¡Qué pérdida de tiempo! Regresar al mismo lugar de donde partimos, sin esperanza de haber sido transformados o renovados.  (Romanos 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.)
-          EMPEÑO: debemos tener persistencia, no porque hayamos decidido cambiar quiere decir que todo el universo conspirará para que cambiemos, por favor, eso no es verdad. Tal vez, las cosas se pongan aún peor. Tal vez las cosas no se resuelven de manera inmediata, tal vez, Dios solo espera a ver si realmente queremos cambiar, y no es un intento más de tratar de cambiar, esas promesas que hacemos a diario a personas, quiere ver si realmente estamos comprometidos a cambiar y a hacerlo a pesar de las circunstancias. Realmente verificar si es arrepentimiento o solo remordimiento que no dura, que se acaba cuando las cosas se ponen de color negro. Es necesaria la persistencia, buscar realmente la voluntad de Dios agradable y perfecta. Buscar la presencia de Dios. (Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas)
-          CONFESIÓN:  Bueno, debe quedar claro que no debes confesarte con ninguna otra persona, sino solamente con Dios, pero confesar se refiere a reconocer nuestros propios errores, en lo que fallamos, el primer paso, siempre es muy importante reconocer y después poder dar una solución. Jacob reconoció lo que él había sido, su actitud y su manera de hacer tranzas.
-          COOPERACIÓN: El trabajo y la transformación se irán dando desde el interior y cooperar con ese cambio. Dios ve más allá de todas nuestras fallas y quiere vernos transformados para que cumplamos su propósito en nosotros.  Dios sabe cómo sacar lo mejor de nosotros.
Jacob fue un hombre que enfrentó una crisis, peleó con Dios y persistió hasta obtener la bendición de Dios y confesó su nombre Jacob que significa tramposo, y Dios después de ver su persistencia y que reconoció sus fallas, le cambió el nombre y lo bendijo. Nosotros también podemos buscar este cambio, para cumplir nuestro propósito en Dios.
Las situaciones a veces salen de nuestras manos, y no sólo queremos a veces cambiarnos nosotros, si no quisiéramos cambiar situación y lo peor a los demás. En realidad el único que puede cambiar es Dios, es algo personal, no tenemos control sobre los demás, así que deja a Dios cambiar a los demás, pero coopera con él para cambiar tu mismo.
A veces nos dolerá, causará crisis, pero es mejor tomarnos de la mano de Dios y sobre todo, saber que él tiene todo el control.
Este texto está basado en la predicación del día domingo 03 de enero del 2010 del Pastor Alfonso Fernández  en el Centro Cristiano Bethel Norte Durango.

viernes, 1 de enero de 2010

Feliz Año 2010!!

Sí, atrás queda un año, el año 2009.
Para muchos, un año de cambios, para otros un año más, a otros tantos, un año fabuloso, pero a otros un año lleno de crisis.
Si, la crisis económica, la crisis de identidad, la crisis de la influenza, la crisis de la violencia, para mí tal vez la crisis de los 30 (jaja), la crisis sentimental, la crisis del desempleo, la crisis, crisis, crisis.
Sin duda un año difícil, donde muchos tuvimos que aprender a vivirlo desde una nueva perspectiva.
Afina tus sentidos tecnológicos, el año del facebook y twitter, están a la orden.
Aquellos que solíamos ser tan desenfadados de andar por las calles como si nada, hemos tenido que ser un poco más precavidos y hasta cierto punto, un tanto más paranoicos.
El año 2009 para mí no fue fácil, fue diferente a los demás.
Ciertamente no sé si es personal, o si la mayoría de la gente, tiene este mismo sentimiento, de "diferencia" de "crisis".
Para mi, este año no fue nada sencillo escribir un mensaje de año nuevo como antes, como todos los años, fue difícil escribir hasta este pequeño texto, ¿porqué? pues es simple, el recordar todo el 2009 es como rascarle a la costra, recién sanando, y rascarle no sería lo más sano.
Pero aún así, escribo esto, porque, bueno, porque esta mente loca, no se queda en paz. Y finalmente, aunque este mensaje sea diferente a todos los años, con mensajes personalizados sobre cada amigo, cada familiar, cada uno que ha participado en mi vida, y sobre todo en este año 2009, pues, este año no. Este año, fue diferente, y como no quisiera saltarme a ninguna persona de las que ha formado parte de mi vida, para bien o para mal, escribo este pensamiento. Para que en general, sepan que están en mi corazón, que los recuerdo, que bien quisiera no recordar muchas cosas, pero aquí estoy aún, agradecida porque aún vivo, aún respiro, y lo más importante aún tengo fe y esperanza. Es por eso que publico esto, para que todo aquel que sienta un vínculo especial con mi persona, se sienta ciertamente incluido en mis pensamientos y mis oraciones.

¿Para ti que ha significado este 2009? Tal vez, cada uno de nosotros ya hicimos nuestra lista de reflexiones estos días de "recalentado" jeje estos días donde todo mundo da abrazos y sobre todo "felicitaciones". Pero, felicitaciones ... ¿porqué? será porque ¿lo logramos? ¡llegamos al 2010! ... jeje no se como, pero lo ¡logramos! o quizá sea felicitación por decir, ¡tenemos una nueva oportunidad! en fin, sea lo que sea... Que sea un feliz año 2010.

Un feliz año, lleno de nuevas expectativas, que todo lo que aprendimos del 2009 funcione para que el 2010 podamos cometer diferentes errores, no los mismos, ¡no porfavor! cometamos otros, que sean porque, nos atrevemos a más, nos levantamos con mayor fuerza, porque tenemos más esperanza, porque soñamos más, porque trabajamos más, porque ayudamos más, porque en fin... AMAMOS más. Si, lo que sucedió en el 2009, se queda en el 2009.

Que estemos dispuestos a dar el corazón por aquello que vale la pena, para que podamos escoger y decidir mejor.

A todos y cada uno de los que lee esto, gracias, gracias por estar ahí, en todo sentido. Sin ser tan específica, gracias porque al leerlo, ya eres parte de mi corazón, de mis oraciones y de los buenos deseos que tengo para ti. Deseo que Dios toque tu corazón de una manera especial, no sólo ahora que empieza el año, si no, todos y cada uno de tus días, y en especial, aquellos en donde respirar se hace más difícil.. y cuando se empaña nuestra mirada, para poder ver hacia el cielo, para esos días en especial, guarda un poco de gozo, de paz y AMOR.

Un abrazo grande, y disfruta tu año 2010!!
Recuerda que tenemos otra oportunidad de escribir la historia dando nuestro corazón y alma a nuestro prójimo y a Dios.

Gracias Dios, porque me has ayudado hasta el día de hoy, eres fiel. :D