sábado, 22 de enero de 2011

Viajar

Para mi "viajar" es una gran palabra.
Significan puertas abiertas, lugares por descubrir, gente por conocer, escuchar al corazón y sorpresas, muchas sorpresas.
Sí, siempre que sé que alguien tiene la oportunidad de viajar, les digo que, estén atentos a lo que Dios hablará a sus corazones. Porque casi siempre, a mi me pasa así. En los viajes es cuando Dios me muestra lo grande que es el mundo, las amplias oportunidades que se encuentran aquí y allá. 

Creo que viajar es una oportunidad para abrir los ojos, para ver todo desde una perspectiva diferente. 
En mi experiencia el viajar, siempre se presenta en un momento clave de mi vida, me sirve para aclarar pensamientos, para separarme de las situaciones y casi siempre ¡Funciona! A todo se le resta importancia, pero si consigo escuchar a mi corazón y a Dios. 

Creo que no hay algo más enriquecedor que conocer diferentes tipos de vida, el reconocer que tu mundo es tan pequeño, y que otros mundos alternos no dejan de moverse, si algún día sientes que tu vida se paraliza. No sé esto de viajar cuando comenzó en mi vida, quizá todo empezó aquél día en que, por primera vez viajé sola en un avión. Tenía escasos... mmhh escasos, (¡no recuerdo cuantos años tenía!) bueno cuenta la leyenda que quizá tenía unos 4 años cuando la señorita viajó en su primer avión de Mérida, Yucatán a la Ciudad de México. Debo reconocer que lo único que recuerdo de ese viaje, es la azafata atendiéndome, platicando conmigo, dándome una almohada, cuidando mi lonchera, y si, tengo muy fijo en la mente que vi las luces de la ciudad por la ventanilla. Creo que desde ahí comenzó mi inquietud por viajar y por adaptarme rápido a los cambios y esa curiosidad por aprender de la gente que me rodea. 

Esto de viajar, ha traído sus consecuencias, sí, pero al paso de los años (¡hey! no han sido muchos) he comprobado que tengo amistades irreemplazables, en las que pasa el tiempo y vuelves a reencontrar y saber que platicarás con ellas como en antaño.


¿Seguiré viajando?
¡Seguro que sí!

Gracias Dios porque en la diversidad está la riqueza.








3 comentarios:

Teresita Robledo dijo...

¡Volá que el cielo es muy grande!

Teresita Robledo dijo...

Ese comentario lo repetí ¿qué diablos pasa conmigo?

El chiste es que... la ruta de la vida espera por nosotras, en cualquier lugar, donde gustemos, donde seamos libres y felices, sigue recorriendo kilómetros.

Beso.

Jarla dijo...

jajajaja ¡Tere! al fin y al cabo todos estamos en la misma tierra =)